domingo, junio 03, 2007

NOTA: ¿Se está fabricando un nuevo Eje del Mal?















Panorámica de los tanques de combustible del aeropuerto internacional JFK de NY



En las últimas veinticuatro horas han saltado a la actualidad informativa dos noticias de alcance que parecen continuar la línea argumental del último post publicado en este blog. Primera: el supuesto complot para atentar contra el aeropuerto JFK de Nueva York a cargo de una “célula terrorista de extremistas musulmanes muy persistente” –definición del portavoz del FBI. Según la fiscal del distrito Este de NY, Roslynn Mauskopf (es imposible evitar alguna broma sobre lo que sugiere la traducción de ese apellido) se trata de uno de los “complots más escalofriantes que se pueda imaginar”.

La descripción de la trama, componentes, objetivos supuestos, reales o imaginarios del rocambolesco complot no tienen que ver con la temática de este blog. Pero sí algunos datos que, de pasada, conectan la noticia con la situación en Oriente Próximo. Primera: las sucesivas crónicas no relacionan a los detenidos con Al Qaeda. El portavoz del FBI no lo hizo, aunque tampoco parece haberla negado.

Segundo: de los detenidos, dos son de Guayana y un tercero de Trinidad y Tobago. Se busca a un cuarto integrante de la “célula” que también sería de Guayana. Esto quiere decir Caribe, y esos países se sitúan muy cerca de Venezuela. Como recordarán, ya hace meses que determinados foros e incluso agencias de noticias insisten en la posibilidad de que el Irán de Ahmadineyad y la Venezuela de Chávez hayan forjado una turbia alianza que va más allá de acuerdos en la venta de crudo; el último grito parece ser la rutilante aparición de Hezbollah (recientemente investido como "grupo terrorista más peligroso del mundo") por el Caribe.

Casi todas las crónicas publicadas en la red y en la prensa son copia de un par de noticias de agencia y repiten los mismos datos una y otra vez, pero rastreando con cuidado podemos encontrar un detalle interesante: “Isha Kadir, la esposa del sospechoso [Abdul Kadir], dijo que su marido voló a Trinidad el jueves y fue detenido el viernes al abordar un vuelo desde ese país a Venezuela, donde planeaba recoger una visa para asistir a una conferencia islámica en Irán” –podemos leer en una crónica publicada en red por “Univisión” el 3 de junio a las 09:43 ET. De todas formas, el detalle ya saltó a la red durante el día de ayer, nada más conocerse la noticia.

Abdul Kadir es un antiguo parlamentario de Guyana, mientras que el resto de los acusados pertenecerían a la organización afro-trinidaria Jamaat al Muslimeen, grupo que parece centrar su atención e intenciones en la situación interna de la isla, aunque especulaciones altamente alarmistas de hace dos años consideraban la posibilidad de que células terroristas pudieran atacar el canal de Panamá desde el Caribe.

Para concluir, algunas declaraciones de expertos ya están quitándole hierro al “escalofriante” complot. En crónica de “La Vanguardia” de hoy mismo: “El portavoz de la compañía [que gestiona los depósitos de combustible del JFK], Roy Haase, restó importancia a los supuestos planes de atentado, al indicar que el conducto [contra el que se pretendía atentar] está enterrado casi por completo y no contiene oxígeno, un elemento indispensable para provocar un estallido. "Decir que el conducto iba a estallar simplemente no es posible", agregó Haase, que opinó que si lo que estallara fuera un tanque de combustible los daños se limitarían a las cercanías de ese tanque, no al conducto en sí.”

Por lo demás, el ejército libanés se enfrenta a un nuevo foco de insurgencia palestina radical en otro campo, el de Ain el Helu donde, según Seymour Hersh en su artículo del pasado mes de marzo, también llegaban “ayudas” de círculos cercanos al gobierno de Siniora. Parece que el Ejército libanés está aprobando el primer examen contra al Fatah al Islam; veremos cómo le va con el segundo y si pronto estará preparado para misiones de más calibre.

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