viernes, mayo 11, 2007

Pensamiento Sarko



¿Fotomontaje o realidad? A Nicolas Sarkozy le encandilan los medios de comunicación. Por lo tanto, existen miles de fotografías de su persona, muchas de las cuales, por su carácter histriónico o surrealista, han sido manipuladas con ventaja por la oposición










El pasado domingo, Sarkozy ganó las elecciones presidenciales en Francia. Pues bien, estamos a viernes y por estos pagos ya han comenzado a aparecer ecos y réplicas del “pensamiento Sarko”. Pero vayamos por partes: ya se veía venir el evento cuando, durante la reciente crisis turca, se hicieron evidentes algunas señales. Por ejemplo, en la tozuda insistencia de algunos medios y figuras de la prensa española, generalmente de derechas, en presentar la situación como si estuviéramos en la antesala de una nueva revolución iraní. Hace pocos días, y tras concluir una conferencia, un señor del público me preguntó si era posible que Turquía terminara como el vecino régimen de los ayatolas. Tras unos minutos de conversación quedó patente que el hombre no atendía a razones ni explicaciones, no estaba preguntando realmente nada: sólo deseaba que le reafirmara en su angustia y temores ante lo que para él era poco menos que una certidumbre: que el Shah era equiparable a Atatürk; y por lo tanto, Turquía podría devenir Irán. La breve pero intensa campaña había calado: la Turquía laica está en peligro, la inmensa mayoría de sus ciudadanos son musulmanes practicantes, el actual gobierno del AKP es el submarino de un movimiento islamista fanático universal, etc., etc., etc.

A ojos de la derecha europea, ya sabemos cuál es el colofón: Turquía es un país musulmán, es una bomba de relojería (o una “ruleta rusa”, como dijo públicamente un corresponsal de “El País” asistente a los cursos del pasado verano, organizados por el periódico) y es urgente cerrarle las puertas de la UE. Sarkozy dice que, evidentemente, forma parte de Asia, y no hay nada más que discutir: con la misma contundencia con la que sostiene teorías del más rancio y decimonónico determinismo genérico sobre el origen de la delincuencia.



"Le roi de la grimace": Sarkozy está en los divertidos límites de la fotogenia.







Uno de los aspectos interesantes de la victoria electoral de Sarko consistirá en ver cómo va a sacar adelante promesas subidas de tono hechas a la masa francesa, pasando por encima de la ciudadanía y el resto de los estadistas de la Unión Europea. Dicho de otra manera, tenemos ante nosotros una nueva e interesante experiencia de conjugación de políticas nacionales y comunitarias. De momento han desfilado los hermanos Kaczynski, el presidente Papadopulos, los gobiernos nacionalistas bálticos. Pero con un Sarko en medio y medio de la geografía comunitaria, la cosa se pone más interesante.


En consecuencia, está volviendo a bullir por aquí y por allá la consabida cantinela de que los musulmanes, en general, son sospechosos y problemáticos, sean marroquíes, argelinos, tunecinos, iraníes o turcos. Que se está produciendo una invasión silenciosa, que incluso miles de europeos se están convirtiendo al islam, y similares cuentos para viejas desdentadas. Lo divertido de este discursos antimusulmán de la derecha dura, es que un poco más allá, en terreno del neonazismo, algunos militantes admiran abiertamente a Al Qaeda porque son los máximos campeones del antisionismo.

Lo de la artera invasión musulmana es una de las esencias del discurso de Sarkozy: su actitud anti turca va dirigida, en realidad, contra la inmigración musulmana en Francia, que es mayoritariamente magrebí. Es una cuestión de “corrección política”: dado que no puede atacar directamente lo que él ve como un problema (sería demasiado escandaloso) lo flanquea desde el rechazo a la Turquía musulmana. Y claro está, los magrebíes y otros musulmanes de Francia no son tontos y están perfectamente informados. Lógicamente, en las pasadas elecciones, sólo el 1% de la comunidad musulmana del país entregó su voto a Sarkozy. Lo cual, a su vez, refuerza los prejuicios de la derecha... Un círculo vicioso de profecías autocumplidas.





Una de las muecas más logradas del nuevo presidente francés














Como era de esperar, ese discurso se ha trasladado rápidamente a la derecha española, gran admiradora de Sarko. Le ha faltado tiempo al Partido Popular de Badalona (populoso municipio obrero en los límites de Barcelona) para editar un vídeo de propaganda electoral con un claro y contundente mensaje antimusulmán: no a una mezquita edificada en terreno público. Los entrevistados, instigados por el entrevistador, embutido en un caro pullover Napapijri, tienden a considerar que una guardería o una biblioteca son de mayor interés social que un lugar de culto para la inmigración. Según parece, se harán 30.000 copias del corto en DVD (titulado: “7 minutos”). No estaría de más que recibieran el correspondiente ejemplar algunos de los corresponsales de la prensa española que de vez en cuando se hospedan en los hoteles de Turquía y se llenan la boca con artículos tirando a sensacionalistas sobre los problemas de libertad de culto en el país, como algo incompatible con la integración europea. De momento y lógicamente, SOS Racismo ha puesto el grito en el cielo y ya amenaza con emprender acciones legales.

Pero el PP no ha estado solo en la difusión del "pensamiento Sarko”. Ahora podría resultar que el artículo de Carlos Nadal reseñado el post del 6 de mayo quizá no era tan inocente en sus apreciaciones sobre la existencia de un terrorismo radical en Turquía que asesinaba “por razones religiosas o racistas", ¿recuerdan? Pues bien, en su edición del día 9 de mayo,”La Vanguardia” abre ya primera plana con un gran titular alarmista: “Catalunya concentra el mayor foco de yihadistas”. La pieza se encuentra en la página 15 y está firmada por E. Martín de Pozuelo. Se justifica su publicación en esa fecha y lugar por una investigación del
Departamento de Terrorismo Global del Real Instituto Elcano. Puede que éste think tank no haya editado todavía ese estudio en su web o quizás el que escribe este post no ha sabido encontrarlo, pero la única alusión al asunto que cita el rotativo barcelonés se puede leer en un artículo de Fernando Reinares publicado el 8 de marzo, es decir, dos meses antes.

Insisto: puede tratarse de un error por mi parte o bien la pieza del Instituto Elcano todavía no ha sido editada. Sin embargo, y aún así, el asunto no es tan novedoso en términos estrictamente informativos y para algunos lectores consultados no parecía merecer un destacado tan prominente en la edición de “La Vanguardia”. Por otra parte, el autor cita asimismo como apoyo documental la opinión de una asociación de policías, la CEP. Pero no deja de ser una asociación, no se trata de la declaración oficial de un cuerpo concreto. Y además, como podrán juzgar ustedes por sí mismos, no parece que la
CEP sea precisamente muy simpatizante del gobierno, no sé si me entienden. Por lo tanto, Martín de Pozuelo nos ha endilgado una pieza basada en información que, según todos los indicios, está considerablemente hinchada en relación a su procedencia. ¿A qué viene toda esta historia tan tenebrosa?



Fotografía de colección sobre un estadista francés ciertamente rupturista







Dos pistas. Primera: integrado en el cuerpo del reportaje, la tira cómica de Toni Batllori. Un ciudadano va repasando tranquilamente la prensa y lee: “…Catalunya se ha convertido en centro de reclutamiento de terroristas islámicos más grande Europa…” (aprecien ustedes la variación al alza con respecto al enunciado general). El ciudadano sigue caminando, leyendo y meditando durante una viñeta en blanco y a la tercera comenta: “No sé si hay algo previsto al respecto en el Estatut”.

Como seguramente sabrán incluso los lectores de fuera de Cataluña (aunque no los amigos latinoamericanos y los de otros países europeos) recientemente tuvo lugar una polémica relacionada con el Estatuto de Cataluña aprobado por referéndum el 18 de junio de 2006. El asunto puso en aprietos a los socios socialistas del actual gobierno de coalición que gobierna la Generalitat o gobierno autónomo. Por lo tanto, y a todas luces, “La Vanguardia” ha tratado de utilizar el miedo al terrorismo islámico como punzón con el cual contribuir a escarbar en las contradicciones políticas del gobierno local. A esta apreciación contribuye la segunda pista: en la página siguiente, la 16, Antoni F. Sandoval complementa el cuadro con otro reportaje titulado: “Alta tensión en Salt”. Se trata de un pequeño municipio de Girona (28.812 habitantes) en el cual el 36% de la población es inmigrante. Es ciertamente el caso más llamativo de Cataluña, pero no de España, dado que en torno a Madrid existen municipios con proporciones iguales o superiores de población forastera.

La alarma de Sandoval se centra en los inmigrantes musulmanes del pueblo donde, además, añade, “han llegado imanes radicales”. La pieza se complementa con una foto muy expresiva: un grupo de mujeres “con la cabeza cubierta con el velo islámico” (en realidad es la pañoleta o türban de la que ya se habló) comprando en un mercadillo. Y con carritos de niño: el problema se reproduce. Al día siguiente, 10 de mayo, ambos reportajes se repitieron en página 26: el asunto de los yihadistas y la cuestión de Salt; por los mismos autores.













Sarkozy tras el que entonces era todavía su protector y predecesor en el cargo, Jacques Chirac

La Vanguardia” es un periódico de tendencias derechistas y conservadoras, a veces bastante marcadas. Por lo tanto, es lógico que se cuelen ecos del estilo Sarkozy, incluso en paralelo con el entusiasmo que demuestra el PP por su nuevo y reverenciado modelo. Al fin y al cabo, se está hablando de un posible pacto entre ese partido y Convergencia i Unió en vistas a las elecciones municipales en Cataluña. Los problemas la tal política informativa vienen por otro lado.

Uno de ellos es la tendencia a considerar que posturas y opiniones de ese estilo son apolíticas o incluso progresistas. Los lectores del periódico pueden asumirlas o no, son muy libres de hacerlo; pero debería quedar claro que ese tipo de posicionamientos son de derechas, tanto como las de Sarkozy. Por ello, a veces causa una cierta desazón que entrevistas como la que se hizo a la profesora francesa Riva Kastoryano, “analista en migración”, publicada por “La Vanguardia” el 8 de febrero de 2004, fuera recogida en la web Aula Intercultural de FETE-UGT como dando la sensación de que posee un cierto valor progresista. Particularmente, no me extrañaría que la profesora Kastoryano fuera votante de Sarkozy, pero en todo caso la entrevista da por sentadas varias cosas que, quizá ,merecerían una reflexión más seria y serena antes de presentarlas como una pieza imprescindible para el debate.

Por ejemplo, reivindica un estatalismo que difícilmente aceptaría la ciudadanía española, mientras desecha sin muchos miramientos el modelo americano de integración. O considera que si las niñas van a la escuela con la pañoleta es porque lo mandan los imanes y “una especie de para policía religiosa sin uniforme que está en todas partes y lo ve todo”. En base a ello, el estado laico tiene todo el derecho a prohibir la prenda, “dado que en la escuela laica francesa sólo el Estado puede regular las relaciones sociales y no debe tolerar que los imanes decidan cómo se visten los ciudadanos de Francia”. Aún admitiendo (con muchas cautelas) tales planteamientos, ¿qué ocurre si una joven decide ponerse la pañoleta porque la da la gana, como persona individual?¿ Y si son tres?¿O cuatro?¿Dónde están los límites precisos en los que el ciudadano puede pararle los pies a un estado intervencionista que decide cómo debe vestirse? Hipotéticamente: ¿podrían ir los niños de la Cataluña francesa con barretina a las clases, dado que no es una cuestión religiosa?¿Y si argumentan que en realidad es el gorro frigio de los revolucionarios de 1789?






















Una admiración incondicional e indisimulada: de Mariano Rajoy hacia Nicolas Sarkozy


Todo esto tiene su interés para este blog porque, evidentemente, tales planteamientos políticos son eco de la actitud que están adoptando muchos ciudadanos españoles hacia la cuestión de Turquía, mero reflejo del sarkozismo en alza. Fenómeno agravado por el hecho de que Kemal Atatürk se inspiró precisamente en el Estado francés laico para crear el de la República de Turquía. Y hoy, en pleno 2007, comienza a dar la sensación de que ambos modelos andan un tanto decaídos en este mundo tan complejo en el que vivimos. Mal momento para que nosotros, que no tenemos tales problemas, nos pongamos a debatir con esos parámetros o importemos una retórica y unas causas que nos resultan ajenas.

Y esto es algo que los amigos turcos han de tener en cuenta en la compleja hora presente. Porque a lo mejor ocurre que salir a la calle a manifestarse contra la elección de un presidente musulmán es ir en plan Sarko, y por lo tanto, tirarse piedras en el propio tejado. A todos aquellos euroescépticos que prescindan de la UE (cosa que muchos demostraron ser en la manifestación del pasado día 29 de abril, conviene recordarlo) les dará lo mismo, por supuesto. Pero al menos deben tener claro que en Paris, los seguidores del nuevo presidente se frotan las manos: hasta los mismos turcos demuestran que Sarko tenía razón: el islam se está comiendo Turquía, ese asunto de la laicidad es un cuento, luego Turquía ha de quedarse fuera de Europa, porque geográficamente es Asia: con todos sus militares, magistrados y políticos laicos. Por eso, todos aquellos turcos que piensan que movilizarse en la calle contra el gobierno, apoyar el boicot abusivo e ilegal del CHP contra la mayoría del AKP, sostener que el presidente Sezer es un estadista genuinamente democrático porque zancadillea cualquier ley que considera islamista moderada... todos ellos le están haciendo un excelente servicio a Nico Sarkozy, a quien muchos comienzan a llemar irónicamente, en su propio país, el sultán. "Non, la Turquie ça n´est pas chic"






















La colección de fotomontajes y caricaturas de Sarko es enorme. Aquí una muy conocida, caracterizado como sultán turco


Y suponer que el nuevo presidente francés es el último clavo en al ataúd de la candidatura turca, es otro error. ¿No debería entrar Turquía en la UE dentro de una década o más tarde todavía? Pues eso es mucho tiempo. Pueden pasar muchas cosas. Muchas. De momento, Bruselas ya le ha recordado al nuevo presidente francés que las promesas que hizo a sus votantes no tienen por qué gustarle a los ciudadanos del resto de Europa, y que la UE no es la UE Francesa. Veremos qué opina Merkel; esperemos a ver cómo se las gasta Brown, o incluso Cameron.

De la misma forma, empieza a quedar claro que los principales estadistas europeos saben muy bien que el debate sobre el acceso de Turquía a la UE ya no es un asunto teórico, al menos desde octubre de 2005. Como candidato oficial que es, el país está recibiendo importantes subvenciones y fondos estructurales europeos. Y luego está todo el capítulo de las inversiones en Turquía, que tuvo un índice de crecimiento económico del 6,78% entre los años 2002 a 2006. Hay mucho dinero europeo en Turquía, también francés. Si las cosas van mal, si algo falla en el proceso de integración, si la economía cae en picado, todos pagaremos la factura; incluyendo la Sarkofrance. Los que han hecho posible el tirón económico de Turquía durante estos años, los que han estabilizado la economía y han acercado el país a Europa son los integrantes del gobierno moderado del AKP: convendría que todos le diéramos un voto de confianza. De hecho, Bruselas ya se lo da: a Erdogan, no a Baykal y a los militares. Y dentro de todo ese proceso y en relación a las excitaciones que están generando los cambios políticos en Paris, lo mejor es no caer en vértigos ni papanatismos de esos a los que somos tan dados. Nada de copiar el sarkozismo a tontas y a locas desde la derecha; ¿qué es eso de aplaudir desde la izquierda a un supuesto nuevo revolucionario francés?: Wait and see: es también una "actitud de importación" (algo que debería tranquilizar a muchos españoles), pero la más rentable en los momentos que corren.

Mientras tanto, no estaría de más que nuestros grandes timoneles fueran pensando en un debate político, amplio, profundo y sincero, sobre el fenómeno inmigratorio. Directamente o a través de medios académicos, lo que prefieran. Pero debate; con sus pros, contras y planteamientos de futuro. Meter la cabeza dentro del agujero, como los avestruces, no le reportará ventajas a ningún partido, sea cual sea su tendencia.

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