martes, mayo 01, 2007

Bailando en la punta de un alfiler



















Fotografía aérea publicada por el diario turco "Hürriyet" para demostrar la envergadura de la manifestación del pasado 29 de abril de 2007. ¿Calles llenas de manifestantes o de tinta?



Se habían barajado varios titulares para este post: “La demagogia no cotiza”; o quizás algo más dramático, tal como: “El beso de la muerte”. Si siguen leyendo, verán por qué. Pero básicamente, reflejaban el estado de incertidumbre vivido a lo largo de los días 29 y 30 de abril. Tras el análisis de la manifestación acaecida en Estambul durante el domingo, la caída de la bolsa a lo largo de la mañana del lunes. Luego, la toma de contacto con el tratamiento informativo que la prensa deparó a la situación en Turquía. Por lo tanto, la decisión sobre el título del post se postergó hasta el discurso del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan, que de una forma u otra completaría el ciclo de acontecimientos iniciado el pasado 27 de abril con la primera vuelta para la designación de presidente en el Parlamento turco.

Comencemos por lo que algunos denomina ya el “memorándum del 27 de abril” o el “expreso de medianoche”, en doble referencia a la hora en que fueron publicadas las advertencias militares en la web del Estado Mayor de la Defensa y al controvertido film de Alan Parker (1978). Si: fue sentido como una amenaza real, que por otra parte nadie asegura que no se vuelva a reproducir, dado que el gobierno no ha provocado la destitución de ningún responsable, como se hizo en España con el teniente general José Mena en enero de 2006, con motivo de su
polémico discurso durante la Pascua Militar. Y es que la situación que atraviesan las relaciones entre los mandos involucionistas turcos y el gobierno recuerda bastante el estado de cosas existente en la España de los años 80, con posterioridad al 23-F (que fue un intento de copiar el golpe de estado turco de 1980, como ya he afirmado en otras ocasiones).



El general Yaşar Büyükanıt. La interferencia política del Ejército en la noche del pasado 27 de abril, contaminó también el tono de la manifestación del día 29









En todo caso, la intervención de los militares supuso el beso de la muerte para los manifestantes del 29 de abril. Se ha repetido interesadamente –sobre todo en la prensa occidental y española en particular- que en esa ocasión no se lanzaron gritos ni se utilizaron eslóganes golpistas. Ya, pero… En primer lugar, hubo de todo. Según se puede leer en las crónicas de los corresponsales que acudieron al evento, muchos participantes repetían, por activa o por pasiva, los argumentos vertidos por el Ejército en su comunicado, algunos incluso utilizando sus mismas palabras. Y desde luego, no faltaron los que quizá no gritaban eslóganes golpistas, pero daban la razón a la intervención de los uniformados el día 27. Por supuesto, no faltaron representantes de algún que otro grupo de extrema derecha en la Plaza Cağlayan . Y según relata Ricardo Ginés en su crónica para “La Vangurdia”, la misma Türkan Saylan, presidente de la Asociación en Apoyo de la Vida Moderna, de carácter neokemalista (y que fue una de las impulsoras oficiales de la manifestación) llegó a decir desde la tribuna, dirigiéndose a la multitud, que “no deseamos el dominio del ejército, pero es un buen protector de la democracia”. Debe reconocerse que, cuanto menos, estas palabras hubieran sonado de forma muy diferente sin el manifiesto militar del 27 de abril.

A pesar de que las cifras bailen ampliamente, como es habitual en estos casos, fue una amplia manifestación. Pero su envergadura no la convierte en “concentración de la ciudadanía” o en manifestación de la sociedad civil. Fue protagonizada por un colectivo social con unos objetivos políticos determinados, tan claros como las manifestaciones organizadas por el islamista
Partido de la Felicidad de Necmettin Erbakan, contra la visita del Papa Benedicto a Turquía, durante el pasado mes de diciembre, que la prensa occidental tildaba también de “protesta ciudadana”. Fue la protesta de la clase media laica, no del “pueblo”: mucho funcionario, mucho profesional liberal, poca gente de clase humilde. ¿Qué fueron muchos? Estambul, con sus once millones y pico de habitantes da para eso y más, cosa que sabe cualquier persona que se haya visto atrapada en alguno de los monumentales embotellamientos de tráfico que se pueden generar en algunos lugares de la capital en horas punta. Y por cierto, que el color escarlata de la bandera turca es de gran utilidad a la hora de dar volumen fotográfico a manifestaciones multitudinarias. O de retocar fotos de Google Earth a golpe de rotulador.

La manifestación del 29 de abril de 2007 discurrió por alguno de los barrios más modernos de Estambul



El tratamiento que le han dado algunos diarios occidentales al evento ha sido, cuanto menos, sorprendente. Y una vez más, “El País” se ha llevado la palma con su política de titulares: “Cientos de miles de turcos defienden el Estado laico en las calles de Estambul”. Con lo cual, el rotativo madrileño asume que el estado laico está siendo atacado en Turquía, da la razón a los manifestantes y parece tomar partido por su opción política. Precisamente, el diario de PRISA debería ser más sensible a estas tomas de posición cuando en los últimos dos años ha tenido que enfrentarse a la cobertura de multitudinarias manifestaciones convocadas contra la política del gobierno español, especialmente en lo relativo a las negociaciones con ETA o la política antiterrorista, alguna de las cuales también se adjudicó el millón de participantes. ¿Qué le parecería u titular del estilo “Centenares de miles de manifestantes toman las calles de Madrid para defender la libertad y la democracia”, en junio de 2005 o marzo de este mismo año?

El titular inadecuado ha venido acompañado en otras ocasiones por informaciones ienxactas o sesgadas, impropias de un corresponsal enviado especialmente a la zona. Por ejemplo, Juan Carlos Sanz, pretendiendo hacer gala de unos conocimientos que no parece tener, nos dice en crónica del 30 de abril que “las reformas que han introducido en Turquía [Erdoğan y Gül] no tienen parangón desde que Atatürk abolió el alfabeto árabe, prohibió el fez con el que tocaban su cabeza los otomanos y fundó le estado laico”. Esta forma de plantear las cosas se complementa con otra contundente información publicada por este mismo reportero el pasado 25 de abril: “Desde Atatürk, nadie como ellos ha logrado acumular tanto poder en Turquía”. Por lo visto, Sanz le ha cogido gusto al remoquete, que debe haberle chivado algún colega de “Hürriyet”·, diario que gusta de referirse a “El País” en términos de aliado.




Adnan Menderes llegó a ocupar la portada de la revista "Time" por el alcance de las reformas que emprendió en Turquía, ya en los años 50








Pues bien: antes del gabinete de Erdoğan se produjeron numerosas reformas protagonizadas por diferentes gobiernos, todas ellas de bastante alcance y que reformaban o enmendaban el régimen instituido por Kemal Atatürk (apellido que, por cierto, Sanz escribe en itálicas, sin que se sepa por qué, como si fuera un mote). El mismo İnönü instituyó el régimen pluripartidista después de la Segunda Guerra Mundial; y de él surgió el gobierno de Menderes, que a punto estuvo de desmantelarla herencia kemalista en su totalidad entre 1950 y 1961. Pero es que los golpistas de 1960 y 1980 también cambiaron muchas cosas. Por cierto, que en tiempos de Kenan Evren, que gustaba de presentarse como el nuevo Atatürk, se prohibieron todos los partidos políticos, incluyendo el CHP que creó el fundador de la república, lo que además supuso la destrucción de buena parte de su fondo documental. Y por último, mientras el Partido Democrático dominó la escena política turca, dos de sus líderes acapararon durante una década los puestos de primer ministro (Adnan Menderes, que a la vez fue ministro de Asuntos Exteriores) y presidente (Celal Bayar). En esos años se reintrodujo la casi obligatoriedad de guardar el Ramadán, se volvieron a construir miles de mezquitas, el adhan volvió a hacerse en árabe y hasta se habló de reinstaurar la poligamia. Nada de eso se ha hecho durante el periodo de Erdoğan como primer ministro y ni siquiera parece que el ritmo de construcción de mezquitas haya tenido nada que ver con el experimentado en tiempos de Turgut Özal quien, por cierto, fue otro de los grandes transformadores radicales de la sociedad y la política turcas.


La manifestación del 29 de abril agrupó en su mayoría a ciudadanos acomodados, clases medias funcionariales, profesionales liberales, pequeños empresarios, estudiantes e incluso algunos representantes de la "gente guapa" de Estambul. Una completa muestra fotográfica aquí











Por lo tanto, el “expreso de medianoche” castrense del pasado 27 de abril, y la gran manifa del 29 de ese mismo mes, una cosa después de la otra, han dejado un regusto a demagogia gritona que recuerda épocas mucho peores de la historia contemporánea turca. Lógicamente, el lunes comenzó con una caída espectacular de la Bolsa turca (el índice IMKB 100): un 8% que de paso devaluó la lira, aunque luego los recortes se resituaron en torno al 6%. Eso significa volatilidad, inflación y problemas cara a las negociaciones para el ingreso en la UE. El fenómeno no es nuevo: los atentados terroristas ya habían hundido la bolsa anteriormente en Turquía, pero ahora parce que debido a la coyuntura política, los efectos podrían persistir, amenazando la estabilidad económica del país, que tanto había costado conseguir y estaba dando resultados espectaculares. En definitiva, la demagogia no cotiza. Ahí tienen otro de los títulos pensados para el post.

A eso se ha referido precisamente Recep Tayyip Erdoğan su discurso de ayer por la tarde, en vísperas del 1º de mayo. Nada de laicismo o religión: logros económicos patentes, y la amenaza que plantean los devaneos de la oposición política minoritaria. El discurso había sido grabado el sábado, pero el primer ministro no consideró necesario rehacerlo tras la manifestación del domingo. Hizo bien: no entró en el juego demagógico que le plantearon (no tenía por qué, dado que el gobierno, en efecto, no amenaza el estado laico, ni está haciendo trampas en la elección de presidente) y planteó él mismo unas nuevas reglas de discusión. Erdoğan proyectó poder, y eso le gusta a los turcos. Ahora veremos cómo sortea los retos que implica la elección de Gül a la presidencia y si accede al adelanto electoral, cosa que tampoco le vendría mal a la estabilidad del país y al relanzamiento de las negociaciones con la UE. De momento, Turquía sigue bailando en la punta de un alfiler. Pero lo cierto es que si sale de ésta, Recep Tayyip Erdoğan quedará entronizado como uno de los mejores estadistas que ha tenido el país y éste recobrará grandes energías para reemprender el camino hacia Europa.




Fotomontaje del diario "Zaman" correspondiente al 1º de mayo, con el escudo de la Presidencia turca y gráfica de la Bolsa correspondiente al día 30 de abril




Democratic test


Nicole Pope
“Zaman”, 1º de mayo, 2007

n.pope@todayszaman.com




After 20 years in this country, I have to admit that it has not lost its ability to puzzle me. Like many other journalists, Turkish and foreign, I was taken aback by the sheer size of the demonstration that took place in İstanbul. The hundreds of thousands of people who gathered to express their views were exercising a democratic right. But I couldn’t help being disturbed by some of the demonstrators’ comments and statements.

“We don’t want a covered woman in Atatürk’s presidential palace,” said one protester quoted by The Associated Press. “We want civilized, modern people there.” Is the headscarf really a unique symbol of backwardness and are all women who do not wear it “modern and civilized”? I also wondered if the extensive use of the Turkish flag, in a protest that was clearly directed at the ruling party, suggested that in the demonstrators’ view the people who voted for the Justice and Development Party (AK Party) and gave it a majority in Parliament are not proper Turks? Do they come from outer space?

Turks themselves have to answer these questions. Personally I believe the most important divide in Turkey today is not the one between secularists and believers: it is between those who defend individual rights and a democratic system that gives citizens broad latitude to express diverse views, and between partisans of a more authoritarian, centralized system that lacks trust in its citizens and imposes a narrow ideology. My observation is that in Turkey today democrats -- and indeed authoritarians -- are to be found on both sides of the secular/religious fault line.

What sadly emerged on Friday, as the presidential election began in Parliament, was the political parties’ inadequate degree of maturity. For someone like me who loves Turkey and wants to see it develop to its full political, social and economic potential, it was painful to see opposition parties deliberately relinquishing their democratic power to vote and, instead, handing the right of decision to the Constitutional Court.

The ruling party could no doubt have handled the pre-election period better. Had Prime Minister Recep Tayyip Erdoğan not kept the country waiting for months while he decided whether or not to stand for the presidency, tension might not have risen so high. But the opposition parties also have a responsibility to present their own candidate, even if the parliament’s arithmetic left them in the minority.

As far back as 1994, when Erdoğan was first elected mayor of İstanbul and a segment of Turkish society began worrying about the threat of “fundamentalism,” I remember writing that perhaps Erdoğan’s success might prompt opposition parties to devise more effective methods to win over voters. But more than a decade later it seems that the “secular” opposition has yet to develop an alternative vision and a positive strategy that does not rely solely on warning that secularism is at threat.

If so many Turkish citizens felt the need to take to the streets to get their views heard, it is partly because many of them are struggling to find political parties capable of channeling their opinions. An efficient opposition, which offers alternative views and solutions, is a fundamental element of any healthy democracy. In the past five years the opposition has proven very weak. Elections will take place sooner rather than later, but will the various political parties rise to the test and offer a clear vision of the future they envision for the country?





Otra vista panorámica de la manifestación del pasado día 29 de abril



















External Factors of April 27 Process


Ali H. Aslan
“Zaman”, 30.04.07

a.aslan@todayszaman.com


Last week a group of Turkish journalists and I visited Israel. The trip was organized by the American Jewish Committee. We were hosted very well and our experience turned out to be very informative and enlightening. We observed the most crucial 'project' of Jewish network right from its headquarters. While we were grateful for Israeli sympathy toward Turkey and Turks, I sensed that Israeli elites had compassion for Turkey because of its laicists. It was obvious they had strong ties with a group of Islamophobics in Turkey and had extreme laic reflexes.

We also met with Israelis experts on Turkey's domestic politics. For example, during a dinner reception with a retired Israeli ambassador, several people clearly noted that they did not favor Abdullah Gül's presidency. I was not surprised because I knew some American Jewish leaders well-connected with Israel who did not find the AK Party to be "laicist in spirit" and were disturbed by its stance on the Palestine issue. They were critical of Prime Minister Erdoğan because he had described Israel as a terrorist several times. They think Gül was a sly 'Islamist' and expressed concern over the prospects of his increased activity in international politics if he were to become president.

The ideology of neo-conservatism, which brings together Zionism -- an ideology based on Jewish nationalism -- and a supremacist American nationalism falls along the same lines. They perceive religious Muslims as a potential strategic threat. This concern increased after the Sept. 11 attacks. They support anti-Islamic social and political engineering projects that are supposedly intended to protect laicism.
Similar to the Feb. 28 process, the process following the April 27 post-modern coup takes its greatest international support from the Zionist/neo-con network. Contacts of both official and non-official actors during these periods validate this assessment. There are professional coup distributors. I'd like to point out especially one of them. If we look at her coordinates we can easily understand how this network functions. This provocateur going back and forth Turkey-Israel-US trio have the same key role in the April 27 process as she did during the Feb. 28 process. There are Turkish experts and financers in think tanks in Washington who support her as well. Such people who prepare international ground for Anti-democratic interventions that hinder Turkey's development and damage its benefits are applauded by certain powers.
How do they accomplish the task? That's very simple. They travel to Washington and explain to those they contact that Turkey's is slipping toward an Islamic regime. They find people willing to accept this nonsense. Then they return to Ankara and say Washington has given the green light for a military intervention. The information they provide is incorrect. But certain groups in Ankara hear what they want to hear.
Does US administration not realize the games that are being played? A part of the administration in fact supports the game. Take, for example, Vice President Dick Cheney. His Zionist/neo-con front and "intelligentsia" actors must be very pleased with the April 27 period. Why? Because democracy in Turkey and other Islamic countries is not a priority for them. In fact, their neo-fascist administrative tactics suggest they find democracy too luxurious even for America. They perceive Islam's motivation power to be a major obstacle to their no-colonialist aims. Hence, their ideal for the Muslim countries is to impose totalitarian laicist regimes. They would appreciate laicist Muslim dictators who would sign new defense tenders and support their wars in Iran and Syria.

Reasonable wing of the US administration led by State Department bureaucracy and partially CIA are helpless due to very organized efforts by this network. The weak statements of American officials in response to the April 27 note is possibly the end result. The night of the military note, I had a very interesting experience trying to get an official response from the Bush administration. I first spoke with the foreign press spokesman, and he said, "We support the democratic process in Turkey." He called me back to say that he meant they support "a secular democracy." Then he corrected it and said "The US fully supports the constitutional processes of the Turkey's secular democracy."

It's obvious that the US' official response was modified by different powers so not to disturb those who issued the note. Besides, they did not want to upset the military because most of their expectations from Turkey are related to the military. Perhaps they didn't want to give the impression they were picking sides on our domestic politics. Despite everything, America should have adopted a clearer stance on the side of democracy.

Unfortunately, the April 27 postmodern military intervention, like all the others, will go down in history as an action benefiting some domestic and foreign special interest groups rather than Turkey, despite all well-intended patriotic intentions.



Manifestación multitudinaria, pero esta vez no es Estambul, sino Madrid. Se trata de una de las grandes concentraciones que la derecha logró reunir en contra del gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Como en el caso de Erdoğan, éste no se achantó y continúa evitando
la celebración de elecciones anticipadas. Aunque pueda molestarle a "El País", ZP tiene más similitudes con "Tayyip" que con Baykal, siendo éste más similar a Rajoy en estilo. Para un interesante estudio sobre el cálculo de manifestantes, vid.: Malaprensa, post del 21.06.05

Etiquetas: , , , , , , , , ,