domingo, julio 02, 2006

EP [FF]: “El País de las Filias y Fobias” (1): Un toque de chic francés

No se pierdan el berrinche veraniego que lleva “El País” con Turquía: pura y simplemente ya no saben qué hacer para publicar algún artículo cotidiano repitiendo machaconamente los mismos argumentos y anunciando por activa o por pasiva la suspensión de las negociaciones con la Unión Europea. No pierdan tiempo ni dinero buscando en otros periódicos españoles. Y todo ello sin que los sufridos lectores sepamos a santo de qué tal contumacia. En cualquier caso es para alegrarse de que el dichoso periódico no oficie como Ministerio de Asuntos Exteriores: iríamos pura y simplemente a la deriva de sus filias y fobias.

Recapitulación: la última vez que se mencionó en este blog algún ataque de “El País” contra Turquía fue en un editorial del domingo 18 de junio. Lo que parecía una cuña oportunista resultó ser un extracto del guión que se desarrolló a continuación. Lunes, 26 de junio: Juan Carlos Sanz, reportero “experto” en sacar punta al tema turco (que no en Turquía) aparece en Estambul y envía una crónica en la que desarrolla los puntos del editorial de la semana anterior. Jueves, 29: esta vez, Juan Carlos Sanz ha conseguido una entrevista del primer ministro Recep Tayyıp Erdoğan en Estrasburgo. Como el político turco no es mal diplomático –en todo caso, mejor que el titular de Asuntos Exteriores, el ministro Abdullah Gül- torea con notable éxito las preguntas del enviado de “El País”, rebatiendo con eficacia aquellos asuntos del “guión” contumaz construido y expuesto en los últimos diez días.

Dado que no se puede retocar ni acortar la entrevista con un personaje tan destacado, y éste ha salido demasiado bien parado, Ana Carbajosa inserta un recuadro sacándole punta y comentarios irónicos al político turco. Erdoğan acaba de hablar ante la Asamblea del Consejo de Europa y ha sacado a relucir la Alianza de Civilizaciones, proyecto e iniciativa que comparte con ZP. Llenando de comillas el recuadro, Carbajosa critica indirectamente que el primer ministro turco haya vuelto a sacar a la palestra ”la ya olvidada crisis de las caricaturas de Mahoma”. Si, ya nos conocemos esa forma interesada de olvidar lo que nos conviene en Occidente, sobre todo si es una metedura de pata de los alegres chicos de la prensa. La autora continúa en tono de fina ironía periodística y disculpen por el oximoron: “Antes de adentrarse en terrenos teológicos y de dedicar grandes alabanzas `al amor a las criaturas que profesa el creador´, [Erdoğan] terminó de dibujar el panorama sombrío que a su juicio rige las relaciones entre Oriente y Occidente”. Mucho debemos de temer que el tono de Carbajosa, a base de suave choteo sobre tono del discurso de un mandatario musulmán le esté dando precisamente la razón a éste.

En fin: es evidente que Ana Carbajosa no escribe lo que le da la gana; ni Juan Carlos Sanz se pagó el billete Madrid-Estambul-Estrasburgo de su bolsillo. Por lo que hemos de temer que alguien de más fuste en el diario de Prisa –y cada vez menos sociata- esté empeñado en torpedear como sea la política del gobierno Zapatero con respecto a Turquía. Y eso alineándose incluso con las opiniones de un gobierno francés de derechas, que son las que realmente inspiran la deriva turcofóbica de “El País” en las últimas semanas. Porque la cosa no se ha quedado en las tres piezas mencionadas, publicadas una tras otra. Aprovechando que se acaba de inaugurar la presidencia finlandesa de la UE, un tal Andreu Missé, que parece nuevo fichaje del periódico en Bruselas, colocó en la edición del 1º de julio, página 4, un nuevo artículo sobre lo mal que se porta el gobierno turco en las negociaciones para su acceso a la UE, repitiendo, como no, de nuevo, una y otra vez, la perspectiva gaullista de Paris.

Es de temer que tenemos para rato con la matraca antiturca de “El País” y que al final seguiremos sin enterarnos sobre las razones reales de tanta fobia. Allá ellos si terminan saboteando una de las escasas apuestas acertadas que han hecho los gobiernos españoles en política exterior y como suele ser habitual, las rentas del asunto terminan yendo a manos de otros países más prudentes. Pero de momento y sólo para que vaya quedando claro que la campaña no se basa en apreciaciones reales o técnicas, comienza aquí una breve serie dedicada a desmontar las piezas de la campaña política de “El País”. Después, el asunto quedará apartado, porque hay cosas muchos más interesantes en la actualidad informativa que seguirle la corriente al periódico madrileño en sus neuras con Turquía. Además, en Bruselas los policy makers ya han decidido que ese país entrará en la UE y así va a ser, le guste o no a éste, ese o aquel periódico. Continuará en breve

Etiquetas: , , , ,