Dos cadáveres en busca de parentesco
Una fotografía que fue portada en diversos diarios occidentales durante la reciente crisis de Osetia del Sur-Georgia. Muestra los efectos de un bombardeo ruso sobre la localidad georgiana de Gori. Un hombre sin camisa abraza desesperado a lo que parece ser una víctima del ataque, supuestamente su hermano. Los informativos enfatizaron una y otra vez que Gori es la patria chica de Stalin, dictador que, por cierto, fue pionero en la manipulación masiva de los medios de comunicación soviéticos, incluyendo algunas conocidas fotografías retocadas para denigrar o simplemente, eliminar a sus adversarios. Veamos a continuación un homenaje (supuestamente involuntario) del fotógrafo al venerado antepasado.
A continuación, las dos tomas (del fotógrafo georgiano David Mdzinarishvili) marcadas con el logotipo de Reuters, dan la clave de la manipulación. Si el lector no logra ampliarlas, puede encontrarlas a mayor tamaño, con el comentario en inglés en esta dirección.
En la foto inferior vemos el cadáver con camisa a cuadros, pero tumbado boca abajo. Un hombre vestido enteramente en tonos oscuros contempla el cuerpo. Pues bien, ese personaje, marcado con un círculo verde, es el mismo que posterioremnte aparece abrazado al muerto, pero ya sin camisa y con unos pantalones azules (¿tejanos?) que en apariencia le vienen anchos. Además, lucen curiosamente limpios.
En esta fotografía intermedia, muestra al personaje que finalmente abraza al cadáver sacándose la camiseta, pero ya vistiendo los tejanos. Obsérvese que las zapatillas deportivas parecen ser las mismas que cuando vestía de oscuro.
A contiuación, la escena es fotografiada desde distintos ángulos e incluso con protagonistas diversos. Parece como si alguien hubiera añadido una manta amarilla para lograr un toque de contraste cromático:
Al parecer existe otro intento de producir una fotografía desgarrada, que no cuadra. Tomemos de nuevo y como punto de partida la foto de encuadre general, la que parece iniciar la serie (inicialmente, la agencia hacía referencia en su portal a la "retirada de muertos" en Gori, obviando la mano del herido que se aferra al sanitario):
Si el lector observa el recuadro rojo del fondo de la fotografía y algunos de los restos dispersos por el suelo y marcados con números, podrá comprobar dónde se hizo la siguiente fotografía:
Así, tenemos aquí de nuevo al protagonista de las otras tomas, con la combinación de tejanos, la camiseta que luego se sacará y la camisa azul oscuro con la que aparece en las primeras fotos.
Por lo tanto, se puede deducir que estamos ante una sesión de posados, buscando interesadamente la combinación de mayor impacto a partir del mismo modelo inicial. Lo interesante del caso es que hace dos años por estas mismas fechas, el fotógrafo libanés Adnan Hajj fue despedido de Reuters por oscurecer y aumentar la nube de humo sobre Beirut, producto de los bombardeos israelíes, lo cual generó una importante polémica en la profesión.
Último ejemplo, éste más sintético, de la misma praxis. En el portal de Reuters puede encontrar esta foto con el pie siguiente: "Georgians stand next to the body of their son in the town of Gori, 80 km (50 miles) from Tbilisi, August 9, 2008":
Sin embargo, no fue esa la primera toma de la escena, sino ésta:
Como se puede percibir con claridad a partir de los puntos de referencia marcados en la foto, el cadáver fue trasladado varios metros, aparentemente por motivos de iluminación o composición. Mientras tanto, los supuestos padres parecen haber posado siguiendo las indicaciones del fotógrafo, pasando de la dramática gestualización de la primera foto a otra más comedida. Pero sobre todo, cabe preguntarse qué padres permitirían la manipulación del cadáver de su hijo, arrastrado entre el polvo y los restos del ataque pero mantenido en la misma ignominiosa postura a mayor gloria del fotógrafo.
¿Quiere decir esto que los bombardeos rusos sobre Gori fueron una engañifa? No, por supuesto. Pero lo cierto es que un profesional de la fotografía hizo unas tomas manipulando la realidad, fabricándola de hecho. Esas escenas, distribuidas masivamente por una empresa de prestigio, han aportado su granito de arena político al conflicto. En este caso, es posible que el montaje termine por dañar la causa que decía defender; y de paso, una vez más, la imagen de la profesión periodística. Tampoco es nada tan nuevo, cierto: la verdad es la primera víctima de todas las guerras, según afirmó el congresista demócrata estadounidense, Hiram Johnson, en 1917.
Pero lo que si es novedoso es la actual capacidad que posee el consumidor de medios de comunicación para defenderse del engaño. Como dijo en cierta ocasión Ignacio Ramonet, "informarse es trabajar". También lo es reclamar, debatir, opinar. Como simples consumidores solemos quedar, con mucha frecuencia, en manos de un negocio que mueve cientos de millones de euros y cuya dureza, también hay que decirlo, se ha cobrado muchas víctimas entre los mismos profesionales de la fotografía.
Etiquetas: Fotografía, Georgia, política informativa
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