jueves, enero 24, 2008

ECONOMÍA: El laboratorio turco (1)








Gráficos publicados por "La Vanguardia" en su edición del 19 de enero, 2008, pag. 64- Economía. Autor: Anna Monell, fuente: "Le Monde" . Clicar sobre la imagen para ampliar








Sigue, a continuación, un interesante reportaje publicado por Ricardo Ginés hace pocos días, dedicado a la banca "halal" en Turquía. El autor es consciente de que éste es un asunto escasamente tratado en los medios de comunicación españoles (en realidad existe una amplia actividad en estudios y promoción de la banca islámica en Occidente, que incluso implica líneas de consumo completas y productos como MacDonalds, por ejemplo) y por ello y para que se entienda mejor la entidad del fenómeno no se limita a ofrecer datos sobre la banca de ese tipo en el país anatolio. Añade datos comparativos, convenientemente resaltados por unos gráficos y mapas que el mismo autor tuvo la gentileza de conseguir para este post. Resulta también muy interesante la incidencia que hace Ginés en el carácter de "laboratorio" que posee Turquía y que no se queda en cuestiones económicas o financieras, sino en otras muchas otras y trascendentales (religiosas, culturales, políticas, sociales) a lo largo de su historia.





Anuncio del banco "Kuveyt Türk"

















"La Vanguardia", 19 de enero, 2008

PERSPECTIVA INTERNACIONAL

Turquía, vitrina y laboratorio de excepción del florecimiento de las finanzas islámicas

La banca ´halal´ se abre paso

RICARDO GINÉS - Estambul. Servicio especial

La apertura de Turquía a la economía de mercado, impulsada a mediados de la década de los ochenta por el primer ministro y presidente Turgut Özal (1983-1993) propició simultáneamente, a partir de 1985, la irrupción de las finanzas islámicas en el gran país euroasiático. Este tipo de banca, autodenominada de libre interés,ocupa apenas un 3,5% de los activos en Turquía frente al 11% de Malasia, el 17% de Egipto o el 22% de Kuwait, pero su crecimiento es estable desde 1995 con un 1,87% anual. Turquía, que aspira a integrarse en la UE, es vitrina y laboratorio de excepción de la expansión de la banca islámica de forma paralela al desarrollo de la economía de libre mercado,

El sector de las finanzas islámicas, también conocido como banca halal, fue uno de los que sufrieron mayor inestabilidad en el descalabro de la economía turca con el cambio de siglo, en el periodo 2000-2001. No obstante, y como consecuencia del escenario posterior al ataque terrorista del 11-S, que propició la huida de capital extranjero de Estados Unidos, su margen de maniobra se mantiene estable y con favorables perspectivas cara al futuro inmediato.





Logo del banco "Türkiye Finans", con participación de los consorcios Boydak y Ülker








Actualmente hay en Turquía cuatro bancos llamados de participación,adaptados a las normas y principios de la charia (ley coránica): Kuveyt Türk, Albaraka Türk, Bank Asya y Türkiye Finans. Los dos primeros están financiados en buena parte por capital procedente del golfo Pérsico, merced a la sustancial acumulación de capital en la región arábiga en los últimos decenios gracias al fuerte aumento del precio del crudo. Los dos últimos pertenecen, en cambio, a sectores locales. En el caso de Türkiye Finans, la estructura del accionariado está repartida a partes iguales entre los consorcios Boydak y Ülker.

Las finanzas islámicas en Turquía están gestionadas en la actualidad a través de una amplia red de 401 sucursales (110 en el 2000) en todo el país y un capital humano de casi 9.000 empleados en el 2007, frente a 3.520 en el 2003. La banca halal tiene una cuota de casi el 5,6% del mercado del crédito (del 3,46% en 1995) y el 3,5% del pasivo. Pero su fuerte ritmo de expansión, con un crecimiento de más del 20% en el 2006 frente al 15% de la banca convencional, apunta a que el modelo puede extenderse con éxito al responder a las demandas de una parte creciente de la sociedad turca actual, aunque sea claramente minoritaria.



Logo del banco islámico "Kuveyt Türk", que como su nombre indica, alía capitales kuwaitíes y tuecos




Después de tres décadas de una inflación galopante, muchos de los que en Turquía confiaron con su voto en el despegue económico de la mano de un partido de raíces islamistas como Justicia y Desarrollo (AKP), en el gobierno desde el año 2002, y vieron cumplidas sus mejores expectativas de bonanza, ahora recelan de su agenda económica. Lo cierto es que Estambul está dejando poco a poco de ser el centro financiero, industrial y comercial turco porque en la lista de las mil empresas más grandes de Turquía, más de la mitad provienen ya de la región de Anatolia. Entre los consorcios de mayor peso en Turquía están los ya mentados Ülker y Boydak, ambos conocidos porque su poder económico procede de la citada zona de Anatolia y sus líderes desean conceder más peso a la religión islámica en la vida pública.













Logo del banco "Albaraka Türk"

En esta línea, uno de los edificios más llamativos de la ciudad anatolia de Konya pertenece a Kombassan, un consorcio islámico que emplea a 22.000 personas en todo el mundo y mantiene un centenar de compañías. Por regla general, sus comercios tienen un lugar de rezo y no sirven alcohol. El auge de este tipo de empresas va de la mano de una mayor diversidad de la programación televisiva (varios canales islamistas), el empuje y mayor visibilidad de las tarikatlar (cofradías religiosas), la dificultad cada vez mayor de encontrar alcohol en los supermercados o la creciente potencia de ciertas compañías, como Tekbir, dedicadas a la moda islámica.

Los consumidores turcos son en general conscientes de estas divisiones y la mayoría desea que no sea el Estado, y mucho menos el muftí (jurisconsulto musulmán) local, quien regule sus compras, sino las fuerzas del mercado. De ahí el revuelo que provocó el intento fallido del AKP de designar de modo oficial, mediante una etiqueta, los alimentos halal. Un alimento puede ser puro o halal cuando no está mezclado con ingredientes de animales prohibidos como el cerdo y ha sido sacrificado conforme al ritual y reglas de las leyes islámicas del Corán. Pero, como adujeron los críticos, la designación oficial de un producto como halal en Turquía significaría necesariamente que los productos no etiquetados se convertirían consecuentemente en haram o prohibidos
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Logo del banco islámico "Bank Asya", uno de los más puramente turcos por la procedencia de su capital

El diario "Cumhuriyet", bastión del kemalismo oficial, va más allá de los alimentos y califica de industria halal un sistema económico (uno de cuyos pilares básicos sería la banca islámica) que se divisa en el horizonte turco y que amenaza con reforzar el aislamiento de la sociedad paralela islamista, minoritaria en el conjunto del país. También, y sobre todo en la economía, muchos turcos de tradición kemalista temen que el AKP mantenga una agenda oculta con la intención de islamizar Turquía.

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