jueves, diciembre 13, 2007

NOTA: Seguridad social en camilla



Manifestaciones en Atenas, 12 de diciembre, 2007. La actuacióin contundente de la policía es casi una tradición en Grecia


En una de las novelas de Petros Markaris, el comisario Jaritos, herido en acto de servicio, ha de visitar al médico de la seguridad social. Ante las reticencias del galeno, discute con su esposa si debería recurrir al "sobre", es decir, la propina. No recuerdo si las circunstancias eran exactamente estas, pero el contexto general de la anécdota si coincide plenamente. Ante mi extrañeza, consulté con un amigo, residente en Atenas desde hace años: ¿Realmente siguen perviviendo tales niveles de corrupción en Grecia? Por supuesto, fue la respuesta de este hombre: él mismo tenía a mano el sobrecito con una cantidad tirando a abultada por si alguna contingencia sanitaria inesperada exigía abrise paso por entre las colas de espera a golpe de euro. Y no sólo eso: me relató otras historias de las más castiza Hélade, referidas, por ejemplo, al mundo del taxi. La anécdota reafirmó mi confianza en Markaris como clásico escritor de novela negra, es decir, aquel que utiliza dicho género para retratar los aspectos más turbios de la sociedad en la que habita.


La huelga general en Grecia se superpuso informativamente con, a este lado del Mediterráneo, el pequeño incendio que tuvo lugar ayer mismo en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, conocido popularmente como "Can Ruti". El accidente no revistió mayor gravedad en sí mismo: apenas afectó a 50 metros de una estancia en un sótano, pero la desorganización, la más que probable carencia de un eficaz servicio de prevención (interno o externo, pero obligatorio en las empresas de este país) junto con esa extraña y difusa pero extendida dolencia socio-laboral que es la suave "rehusación de responsabilidades", han generado un espectáculo sorprendente, con evacuación de enfermos entubados por las ventanas, colchones y mantas en las azoteas y hasta un hospital de campaña a pie de edificio. Porque al "Can Ruti" le pasa lo que al Clínic y otros buenos hospitales públicos catalanes y españoles: sus facultativos practican medicina de referencia, el personal sanitario posee una sólida experiencia profesional, pero... las infraestructuras están envejecidas, la buena voluntad y la improvisación parchean las carencias, unas cosas y otras están fijadas con alfileres; y el paciente, que a lo mejor se salva de una dolencia crítica gracias a una operación espectacular o un tratamiento de vanguardia, puede terminar pasándolas negras por un fallo banal.



Un paciente ingresado, entubado, es evacuado a través de una ventana. Hospital "Can Ruti", Badalona (Barcelona), 12 de diciembre, 2007






En todo caso, la intención de este post no es, ni de lejos, abogar por el recorte de los sistemas de seguridad social. Nada más alejado de ello: precisamente, ese debe ser el futuro de la sanidad. Que no se engañen los neocons: los tratamientos onerosos y de última generación sólo los pueden afrontar los sistemas de seguridad social. Si el ciudadano piensa que mutuas y seguros privados pueden sustituirlos, se llevaran una amarga desilusión cuando deban renunciar a ellos o pagar cuotas muy elevadas para que les incluyan sólo una parte de los servicios que habitualmente ofrece la medicina del welfare state. Por tanto, se trata de cuidarla y hasta mimarla. Primero, porque es insustituible; y segundo, porque cuando falla, las consecuencias son devastadoras. Un ejemplo extremo: Egipto, es el país del mundo con mayor prevalencia de hepatitis C: cinco millones de casos a comienzos de 2007 (sobre una población total de algo más de quince millones), legado de las campañas del gobierno anteriores a 1980 para tratar a la población rural de esquistosomiasis, una enfermedad propagada por el agua que antaño fuera endémica en el país. Las campañas de tratamiento, que conllevaban varias inyecciones, no siguieron modelos de higiene rigurosos y por ello extendieron en la población a través de la sangre la enfermedad del VHC.


Por ello, todo el apoyo de este humilde blog a las protestas de los ciudadanos griegos que se oponen al recorte de las prestaciones de su seguridad social. En buena medida, es una huelga que define la plena europeidad de Grecia. El día en que otros países balcánicos organicen manifestaciones para reinvindicar un mejor servicio de sanidad pública o por otra causa social, dejando de lado aquellas relacionadas con retoques fronterizos, rechazo del vecino e indignaciones nacionalistas varias, será síntoma de que están avanzando seriamente en el camino de la normalización civil y la integración real en Europa.



Hospitalización en la terraza, Hospital "Can Ruti", 12 de diciembre, 2007




Terra Actualidad - EFE

Grecia, 12-12-2007

Masiva huelga y manifestación contra reformas en seguridad social

Más de 200.000 personas se manifestaron hoy en Atenas contra las reformas del sistema de seguridad social propuestas por el gobierno, en medio de una huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos.

'Ha habido una respuesta de un 90 por ciento de los trabajadores a nivel nacional y la manifestación en Atenas ha sido la mayor desde 2001, superando las 200.000 personas', informó a Efe el portavoz de la Confederación General de Trabajadores (GSEE), Stathi Anesti.

Junto con la Unión de Funcionarios Públicos (ADEDY), la GSEE convocó para hoy una huelga general en 63 ciudades griegas, en protesta contra las reformas que ha propuesto el gobierno conservador que, según alegan los trabajadores, afectan a las capas sociales de los ingresos más bajos.

Según los sindicatos, las reformas merman derechos y logros de unos tres millones de trabajadores públicos y privados.

'Dejen en paz nuestra jubilación' y 'Nuestros ahorros de nuestras cajas no se negocian', rezaban algunas de las pancartas que portaban los manifestantes, entre ellos profesores, abogados, ingenieros, doctores, empleados de bancos, funcionarios y personal de la aerolínea nacional Olympic Airlines, junto a inmigrantes legales e ilegales.

Estos últimos han denunciado que son cerca de un millón y que trabajan sin seguridad social.

La huelga mantuvo a todos los aeropuertos griegos cerrados, al igual que los puertos y las estaciones de ferrocarriles.

El transporte público en Atenas funcionó sólo un par de horas para facilitar el trasladado de los ciudadanos a la manifestación.

Durante la protesta se produjeron algunos incidentes entre la policía antidisturbios e individuos que prendieron fuego a un vehículo privado e intentaron romper vitrinas, antes de ser dispersados con bombas lacrimógenas.

Los periodistas griegos, unos de los más afectadas por el proyecto de reformas, participaron también en la huelga y por segunda vez en dos semanas se ausentaron de sus trabajos, creando un vacío en la información.

Gsee anunció hoy que la próxima semana se decidirá sobre la continuación de las protestas contra el Gobierno, que ha propuesto la unificación de algunas de las cajas de pensiones y parece inevitable que se aumente la edad de jubilación.

Se trata de la mayor manifestación de descontento social desde que el partido conservador Nueva Democracia asumió por primera vez el poder en 2004.

Con el compromiso de continuar el proceso de reformas iniciado entonces, Nueva Democracia fue reelegido en septiembre de este año cono una mayoría parlamentaria ajustada.

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