sábado, noviembre 03, 2007

Comics y guerras de secesión yugoslavas (4)



Jose Sacco por Jose Sacco, donde queda en evidencia su inspiración en la estética Crumb. Su protagonismo como narrador subjetivo y antihéroe en toda la obra puede llegar a hacerse un poco fastidioso







En el estrecho círculo de los dibujantes que escogieron relatar las guerras de Yugoslavia, Joe Sacco fue, sin duda, el que consiguió mayor fama. Y también, por ello, el más comercial. Ocupa el tercer lugar en esta recopilación, por razones cronológicas, dado que la primera de sus obras, Gorazde, fue publicada en el año 2000. El hecho de que siguiera publicando hasta hace un par de años no influye, porque sus argumentos y estilo narrativo no han cambiado demasiado desde entonces. Aunque ha dedicado libros de comics al conflicto palestino y, recientemente, a la guerra de Irak, los referidos a la guerra de Bosnia son: Gorazde. Zona protegida. La guerra en Bosnia oriental, 1992-1995 (2000); El mediador. Una historia de Sarajevo (2003); El final de la guerra. Reseñas biográficas de Bosnia, 1995-96 (2005)

El autor que nos ocupa ha sido definido en muchas ocasiones como: “Comic-book journalist”. Efectivamente, utiliza un tipo de relato que tiene mucho de reportaje. También posee un cierto estilo historiográfico, en una línea que recuerda la otrora célebre “historia oral” y más precisamente, al estilo de Ronald Fraser, en su peculiar historia de la Guerra Civil española: Recuérdalo tú y recuérdalo a otros (en castellano: Crítica, 1979). Sin embargo, la historia oral es una metodología rigurosa que Sacco no siempre demuestra y de hecho, tampoco le importa demostrar. El suyo es un relato expresionista, como también lo es el dibujo, muy en la línea de Robert Crumb: es decir, mantiene un componente underground que se percibe netamente en el tratamiento de su obra en general y de sus personajes en particular. Comenzando por él mismo, que está presente como narrador en toda la obra, y que aparece retratado en unos rasgos “feístas” y abigarrados, muy en la línea de Crumb




Retrato del verdadero Joe Sacco

















Los libros de Sacco son, no obstante, la culminación del comic comercial en relación a la guerra de Bosnia, por varias razones: en primer lugar, porque se trata de un autor norteamericano, que se mueve en la industria del comic USA y se beneficia de sus canales de distribución. De otra parte, sólo un norteamericano puede apropiarse del “estilo Crumb” y utilizarlo ventajosamente. Además, la obra de Sacco es la culminación del relato del periodista glorioso por antonomasia, componente esencial de la narrativa sobre la guerra de Bosnia. Y Sacco le añade otro ingrediente a su obra: el relato del viajero. Ello explica que este autor no vaya a buscar información como un periodista al uso: no llega, mira, pregunta, se marcha y vende su producto a la redacción. Él se queda, vuelve una y otra vez, asimila el terreno se documenta, hace prolijos bocetos de detalles de formas de vida: en torno a la estufa, fiestas y fiestrorros, bares y baretos, reuniones melancólicas y juergas frenéticas. De hecho, esta faceta hace que su obra recuerde al libro de Brian Hall, El país imposible (Eds. La Flor del Viento, 1994) uno de los mejores libros de viajes de los últimos años.

Es por ello que a Sacco le interesan mucho las vivencias ajenas, los personajes. Pero sobre todo, la realidad, la historia, lo que sucedió… pero a través de los ojos de esos personajes. Este esquema de “cajas chinas” (una narración dentro de la otra) es uno de los componentes más característicos de la obra de Sacco. Algo a veces llevado al extremo, porque en ocasiones le interesa menos lo que relata el personaje, que puede ser parcialmente falso, como admite abiertamente sobre Neven, el protagonista de El mediador. En realidad, lo importante para Sacco es el ambiente que describe el personaje, porque a pesar de que los hechos puntuales puedan ser ficticios, éste nunca es mentira en sí mismo. Por lo tanto, en los relatos de Sacco juega un tortuoso tinglado de interacciones. El relato nos ayuda a comprender a los personajes, pero el perfil de los personajes nos ayuda a entender lo que ocurrió.



Algunas de las viñetas de la obra de este autor han adquirido relevancia propia, como ésta. Se puede percibir el detallismo con el que Sacco describe y adorna su obra, pero el trazo es más bien pastoso. Pulsar sobre la imagen para ampliar












Esto es muy evidente en El mediador, donde ese fenómeno se hace muy evidente a partir del tratamiento de un asunto muy delicado pero interesante: cómo se pone en pie un ejército en el caos inicial de una guerra civil, el papel de los delincuentes y policías, hermanados en unidades de combate tan preocupadas en detener al enemigo como en enseñorearse de la propia población civil

Ahora bien: no debemos dejar de lado que Joe Sacco, a pesar de su origen maltés, que le permite captar intuitivamente y por proximidad muchos fenómenos culturales de Próximo Oriente y Bosnia demuestra también, al menos de vez en cuando, las reacciones de lo que aquí denominamos un “guiri”: las mismas que en su día tuvieron otros guiris históricos ante la Guerra Civil española, la transición o los toros. Y eso implica que en ocasiones se hace líos evidentes, y demuestra la fastidiosa tendencia a vendernos como un producto profundo e intelectualizado, algunos fenómenos que para nosotros, lectores hispanos, bordean el fraude. Esto se nota cuando toma en consideración, como héroes polémicos a personajes (¿mangantes?¿macarras?) que en nuestra vida cotidiana o profesional no hubiéramos tenido en cuenta como informadores ni por un minuto. Es la actitud del viajero romántico del XIX, anglosajón o francés, que se extasiaba ante el “bandolero-con-sombrero”, el “torero” y la “manola con faca en la liga”.



Una página de El mediador, posiblemente la mejor obra de Sacco, en la que describe el espinoso mundo de las unidades paramilitares que defendieron Sarajevo en los primeros momentos de la guerra, así como su declive y destrucción. Pulsar sobre la imagen para ampliar








En resumen, el interés principal de la obra de Sacco referida a Bosnia reside en que logra crear un género, a medio camino entre el comic, el reportaje y el libro de viajes, que parece hecho a la medida para las crisis de los Balcanes y el Próximo Oriente. Hay un esfuerzo por la documentación y sobre todo, por considerar todos los puntos de vista, todos los parámetros. Es un periodista, cierto (él lo admite) pero que a la vez busca corregir los defectos de los colegas de profesión, desea situarse en el punto de vista del entrevistado, ser el entrevistado (“ponte en la piel de Neven”) pero a la vez también se permite el lujo de despreciar al entrevistado. Por el momento, ha conseguido salir triunfante de tan complejo envite



Una muestra de la capacidad documental de algunas viñetas de Sacco: una detallada descripción de cómo funcionaban las hidroturbinas de Gorazde. Pulsar sobre la imagen para ampliar

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