El Festival del Eurocontrol (2)
Póster de un concierto celebrado en Knin, capital de la Krajina por el cantante ultranacionalista croata Marko Perković Thompson en agosto de 2007. "Oluja" ´("Tormenta", en croata) hace referencia a la operación militar que terminó con la insurgencia serbia y expulsó toda la población de esa nacionalidad en la región de la Krajina, agosto de 1995. La fecha de la ofensiva es fiesta nacional en la república. Vid. una selección de sus videos a cargo de un fan en Suecia, con abundante parafernalia "ustacha". El intérprete no rehuía las puestas en escena belicosas. Vid: un vídeo enarbolando una ametralladora Thompson que adoptó como nombre artístico
Afirmar que la candidatura croata a la UE está dando saltos de gigante no sería lo correcto, porque al fin y al cabo, ya quedó muy claro en octubre de 2005 de qué iba el asunto cuando el país balcánico, a la par que Turquía, vio aprobada su candidatura y las previsiones para el ingreso apuntaban al final de la década, es decir, 2010. Lo divertido es constatar como Bruselas pretende hacer comulgar con ruedas de molino a la ciudadanía comunitaria con escaso sentido del ridículo. Así, mientras Durao Barroso anuncia al veloz adelantamiento croata gracias a la renuncia de lo que en Zagreb se denomina oficialmente la “Zona de protección ecológica-pesquera”, el propio Diario Oficial de la Unión Europea publicaba, tan sólo un mes antes (12 de febrero, 2008) La “Decisión del Consejo sobre los principios, las prioridades y las condiciones de la Asociación para la adhesión con Croacia". Como puede constatar el lector por sí mismo, el total de las condiciones por cumplir es elevado, destacando las siguientes cuestiones (utilizo el material aportado por Jelena Bjelajać en la lista Balkan:
— Garantizar la correcta aplicación de todos los compromisos asumidos en el Acuerdo de estabilización y asociación.
— Actualizar y aplicar la estrategia y el plan de acción para la reforma judicial.
— Adoptar y aplicar con rapidez una estrategia marco de reforma de la administración pública.
— Actualizar y aplicar aceleradamente el programa de lucha contra la corrupción y los planes de acción relacionados con el mismo y garantizar un enfoque mejor coordinado y más dinámico de los esfuerzos para prevenir, detectar y perseguir eficazmente la corrupción, especialmente la de alto nivel.
— Aplicar la Ley constitucional sobre minorías nacionales, con especial atención a las disposiciones que garantizan la representación proporcional de las minorías en el mercado de trabajo. Actuar más ampliamente contra la discriminación en el sector público.
— Completar el proceso de regreso de los refugiados; solucionar definitivamente todos los casos de adjudicación de viviendas a los antiguos titulares de derechos de ocupación/arrendamiento; completar la reconstrucción y restitución de propiedades y ofrecer nuevamente la posibilidad de presentar solicitudes de convalidación.
Los serbios conservan memoria de otra imagen: la expulsión masiva de sus tierras en la Krajina, que fue la mayor operación de limpieza étnica realizada de una sola vez en las guerras de la ex Yugoslavia. Una parte esos refugiados ha regresado, pero no todos, y no parece que se pueda recuperar la identidad socio-cultural de la zona, tal como estaba configurada en 1990
— Proseguir los esfuerzos encaminados a la reconciliación entre los ciudadanos de la región
—Incrementar los esfuerzos para encontrar soluciones definitivas a las cuestiones bilaterales pendientes, en particular las relativas a fronteras con Eslovenia, Serbia, Montenegro y Bosnia y Herzegovina y resolver la cuestión de la zona de protección ecológica y pesquera.
—Mantener la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y velar por la integridad de los procesos penales nacionales contra los crímenes de guerra.
— Mejorar el entorno empresarial y el potencial de crecimiento económico, en particular reduciendo las subvenciones, reestructurando las grandes empresas deficitarias e incrementando la eficacia del gasto público.
A día de hoy: ¿Cumple la República de Croacia con todos estos requisitos, que además son una selección del conjunto? Seguramente sí, al menos desde el día 12 de febrero; caso contrario, es un suponer, Durao Barroso no se hubiera mostrado tan optimista al anunciar la casi inminente entrada de Croacia en la UE. Posiblemente, las delegaciones de la Comisión Europea tampoco estarían organizando viajes promocionales en dirección a Zagreb. Y sin embargo, lo que son las cosas, siempre hay gente incrédula.
Miren por dónde: Lluis Foix, el veterano columnista de “La Vanguardia”, no lo ve nada claro. Él fue uno de los que acudieron al agasajo de la delegación barcelonesa de la Comisión Europea; y lo relataba hace unos días, en un breve artículo publicado en el periódico y titulado, muy gráficamente: “Tres días en Zagreb” (6 de marzo, 2008, pag. 32) sin que, aparentemente, exista ni rastro de ironía en la frase. El autor nos viene a decir que “vió caras tristes y preocupadas” en la visita a la capital croata aunque, comienza afirmando que “no hay motivos objetivos para preocuparse”. De todas formas la construcción del párrafo es algo confusa y parece aludir al hecho de que la visita, organizada por la Representación en Barcelona de la Comisión europea estaba dirigida por “el fino y experimentado catalán Manel Camós, que participó muy directamente en el proceso de ingreso de Letonia en la Unión Europea”.
¿Lo hizo? No se pretende dudar aquí de la finura y experiencia en catalanidad de Camós, pero si tenemos en cuenta que Letonia protagonizó el que quizá fue el acceso a la UE más polémico hasta la fecha, debido a que un porcentaje más que elevado de su población lo hizo en calidad de minoría nacional sin derechos, quizá no deberíamos estar tan tranquilos sobre la inocuidad de determinadas “expertisen”, al menos como precedente para dar la bienvenida a Croacia. De hecho, el asunto no paró ahí: el gobierno de Riga ha venido acumulando denuncias de organizaciones internacionales de derechos humanos sobre problemas socio-sanitarios (prevalencia de tuberculosis, World Health Organization), abandono de menores en las calles, abusos policiales y procedimientos jurídicos opacos (recordemos el bochornoso juicio de estilo kafkiano contra dos jóvenes españoles acusados de ultrajar un banderín nacional, hace ahora casi un año) o seria vulneración de la libertad de expresión contra colectivos de gays y lesbianas (Human Rights Watch), entre otros tics propios de la extrema derecha.
Un ciudadano ruso de Letonia es detenido en Riga, 2005, tras manifestarse vestido con el uniforme de un campo de concetración nazi. El estatus de las minorías nacionales en la pequeña república báltica ha sido uno de los asuntos tabú en los problemas que ha generado la ampliación de la UE desde 2004.
Pero volviendo al testimonio de Foix, a pesar de haber sido recibido, con los demás, por el mismísimo primer ministro Ivo Sanader ( procede del HDZ, el partido nacionalista de derechas fundado por Franjo Tudjman) y de que “respondió con tranquilidad y precisión a todas las preguntas” el periodista vió “caras tristes y preocupadas”, “miedo en conversaciones”, todo ello debido al “peso del legado del pasado con abusos cometidos hacia las minorías”. No va desencaminado Lluis Foix, porque el asunto no constituye ningún secreto. Queda reflejado, por ejemplo, en el último informe de Human Rights Watch sobre Croacia (2007):
“There was limited progress toward resolving the ongoing obstacles to the return and reintegration of displaced and refugee Serbs. As of July 2007 around 125,000 of the 300,000 to 350,000 Serb refugees who fled the conflict were registered as having returned to Croatia. Around 60 percent of those who return stay permanently in Croatia. Figures from the United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) indicate that 1,745 Serbs returned between January and September 2007. More than 80,000 refugees in neighboring countries have yet to decide about their future”
El informe contiene otros datos y algunos casos muy concretos referidos a abusos y actitudes poco recomendables hacia refugiados o incluso simples visitantes serbios. Además, según los datos del comisariado serbio para los refugiados, en Croacia hay unas 30.000 viviendas serbias ocupadas ilegalmente por otros inquilinos, lo que significa que al menos unos 100.000 serbios refugiados no pueden regresar a sus hogares, ni vender su propiedad en caso de que no quieran volver.
Mapa de poblaciones nacionales en la Europa sudoriental, 2003. La integración de Croacia en la UE supondría que sus fronteras limitarán con población croata en países no comunitarios, muy especialmente en el caso de Bosnia. Si el reconocimiento internacional de las fronteras pactadas en Dayton 1995 ha sido anulado con la soberanía de Kosovo, lo mismo es teóricamente válido para Hercegovina con respecto a Croacia. Se impone la lógica de las "grandes patrias" nacionales puramente étnicas. Presionar con el puntero sobre la imagen para obtener ampliación del mapa
Por lo tanto, estamos ante lo que parece una escalada de facilidades destinadas a encajar el complejo mapa croata en la UE al menor tiempo posible y pelillos a la mar. Pero esa expresión, tan coloquial y relajada, esconde muchos más problemas, no ya los derivados del pasado, que Foix pudo percibir sin mucho esfuerzo. Incluso cabe considerar conflictos peores. Por ejemplo, y tal como argumentaba un suscriptor de la lista Balkan hace unos días, el mero hecho de que Croacia adelante su acceso a la UE en una década con respecto a vecinos como Serbia, Bosnia-Hercegovina y Montenegro, puede ser una fuente de incordios para el mismo candidato. Por ejemplo, podría perjudicar la integración económica de Croacia con respecto a las repúblicas ex yugoslavas vecinas, un proceso que actualmente se está produciendo por sí mismo con notable vigor. El hecho de que tanto en Hercegovina como en la Vojvodina existan minorías croatas localmente significativas, puede ser asimismo fuente de conflictos o incluso de disfuncionalidades jurídico-legales a varias bandas. Máxime teniendo en cuenta los precedentes que está creando el caso de Kosovo. Por otra parte, si Croacia se beneficia de un claro despegue en su nivel de vida, en creciente contraste con el de sus vecinos ex yugoslavos, es posible que aumente la presión de los refugiados por regresar o que puedan prosperar pleitos complejos que terminen pasando por Bruselas e incluso sirvan de precedente en futuras incorporaciones (por ejemplo, las anunciadas reclamaciones de los herederos de los armenios desplazados por las autoridades otomanas en 1915).
En definitiva: ¿Qué puede estar motivando esta precipitación en el proceso de ingreso de Croacia en la Unión Europea, justamente ahora, no antes ni después? Existen, por lo menos, tres objetivos que se explicarán en el siguiente y último post sobre el Festival del Eurocontrol que estamos viviendo en estas semanas.
Afirmar que la candidatura croata a la UE está dando saltos de gigante no sería lo correcto, porque al fin y al cabo, ya quedó muy claro en octubre de 2005 de qué iba el asunto cuando el país balcánico, a la par que Turquía, vio aprobada su candidatura y las previsiones para el ingreso apuntaban al final de la década, es decir, 2010. Lo divertido es constatar como Bruselas pretende hacer comulgar con ruedas de molino a la ciudadanía comunitaria con escaso sentido del ridículo. Así, mientras Durao Barroso anuncia al veloz adelantamiento croata gracias a la renuncia de lo que en Zagreb se denomina oficialmente la “Zona de protección ecológica-pesquera”, el propio Diario Oficial de la Unión Europea publicaba, tan sólo un mes antes (12 de febrero, 2008) La “Decisión del Consejo sobre los principios, las prioridades y las condiciones de la Asociación para la adhesión con Croacia". Como puede constatar el lector por sí mismo, el total de las condiciones por cumplir es elevado, destacando las siguientes cuestiones (utilizo el material aportado por Jelena Bjelajać en la lista Balkan:
— Garantizar la correcta aplicación de todos los compromisos asumidos en el Acuerdo de estabilización y asociación.
— Actualizar y aplicar la estrategia y el plan de acción para la reforma judicial.
— Adoptar y aplicar con rapidez una estrategia marco de reforma de la administración pública.
— Actualizar y aplicar aceleradamente el programa de lucha contra la corrupción y los planes de acción relacionados con el mismo y garantizar un enfoque mejor coordinado y más dinámico de los esfuerzos para prevenir, detectar y perseguir eficazmente la corrupción, especialmente la de alto nivel.
— Aplicar la Ley constitucional sobre minorías nacionales, con especial atención a las disposiciones que garantizan la representación proporcional de las minorías en el mercado de trabajo. Actuar más ampliamente contra la discriminación en el sector público.
— Completar el proceso de regreso de los refugiados; solucionar definitivamente todos los casos de adjudicación de viviendas a los antiguos titulares de derechos de ocupación/arrendamiento; completar la reconstrucción y restitución de propiedades y ofrecer nuevamente la posibilidad de presentar solicitudes de convalidación.
Los serbios conservan memoria de otra imagen: la expulsión masiva de sus tierras en la Krajina, que fue la mayor operación de limpieza étnica realizada de una sola vez en las guerras de la ex Yugoslavia. Una parte esos refugiados ha regresado, pero no todos, y no parece que se pueda recuperar la identidad socio-cultural de la zona, tal como estaba configurada en 1990
— Proseguir los esfuerzos encaminados a la reconciliación entre los ciudadanos de la región
—Incrementar los esfuerzos para encontrar soluciones definitivas a las cuestiones bilaterales pendientes, en particular las relativas a fronteras con Eslovenia, Serbia, Montenegro y Bosnia y Herzegovina y resolver la cuestión de la zona de protección ecológica y pesquera.
—Mantener la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y velar por la integridad de los procesos penales nacionales contra los crímenes de guerra.
— Mejorar el entorno empresarial y el potencial de crecimiento económico, en particular reduciendo las subvenciones, reestructurando las grandes empresas deficitarias e incrementando la eficacia del gasto público.
A día de hoy: ¿Cumple la República de Croacia con todos estos requisitos, que además son una selección del conjunto? Seguramente sí, al menos desde el día 12 de febrero; caso contrario, es un suponer, Durao Barroso no se hubiera mostrado tan optimista al anunciar la casi inminente entrada de Croacia en la UE. Posiblemente, las delegaciones de la Comisión Europea tampoco estarían organizando viajes promocionales en dirección a Zagreb. Y sin embargo, lo que son las cosas, siempre hay gente incrédula.
Miren por dónde: Lluis Foix, el veterano columnista de “La Vanguardia”, no lo ve nada claro. Él fue uno de los que acudieron al agasajo de la delegación barcelonesa de la Comisión Europea; y lo relataba hace unos días, en un breve artículo publicado en el periódico y titulado, muy gráficamente: “Tres días en Zagreb” (6 de marzo, 2008, pag. 32) sin que, aparentemente, exista ni rastro de ironía en la frase. El autor nos viene a decir que “vió caras tristes y preocupadas” en la visita a la capital croata aunque, comienza afirmando que “no hay motivos objetivos para preocuparse”. De todas formas la construcción del párrafo es algo confusa y parece aludir al hecho de que la visita, organizada por la Representación en Barcelona de la Comisión europea estaba dirigida por “el fino y experimentado catalán Manel Camós, que participó muy directamente en el proceso de ingreso de Letonia en la Unión Europea”.
¿Lo hizo? No se pretende dudar aquí de la finura y experiencia en catalanidad de Camós, pero si tenemos en cuenta que Letonia protagonizó el que quizá fue el acceso a la UE más polémico hasta la fecha, debido a que un porcentaje más que elevado de su población lo hizo en calidad de minoría nacional sin derechos, quizá no deberíamos estar tan tranquilos sobre la inocuidad de determinadas “expertisen”, al menos como precedente para dar la bienvenida a Croacia. De hecho, el asunto no paró ahí: el gobierno de Riga ha venido acumulando denuncias de organizaciones internacionales de derechos humanos sobre problemas socio-sanitarios (prevalencia de tuberculosis, World Health Organization), abandono de menores en las calles, abusos policiales y procedimientos jurídicos opacos (recordemos el bochornoso juicio de estilo kafkiano contra dos jóvenes españoles acusados de ultrajar un banderín nacional, hace ahora casi un año) o seria vulneración de la libertad de expresión contra colectivos de gays y lesbianas (Human Rights Watch), entre otros tics propios de la extrema derecha.
Un ciudadano ruso de Letonia es detenido en Riga, 2005, tras manifestarse vestido con el uniforme de un campo de concetración nazi. El estatus de las minorías nacionales en la pequeña república báltica ha sido uno de los asuntos tabú en los problemas que ha generado la ampliación de la UE desde 2004.
Pero volviendo al testimonio de Foix, a pesar de haber sido recibido, con los demás, por el mismísimo primer ministro Ivo Sanader ( procede del HDZ, el partido nacionalista de derechas fundado por Franjo Tudjman) y de que “respondió con tranquilidad y precisión a todas las preguntas” el periodista vió “caras tristes y preocupadas”, “miedo en conversaciones”, todo ello debido al “peso del legado del pasado con abusos cometidos hacia las minorías”. No va desencaminado Lluis Foix, porque el asunto no constituye ningún secreto. Queda reflejado, por ejemplo, en el último informe de Human Rights Watch sobre Croacia (2007):
“There was limited progress toward resolving the ongoing obstacles to the return and reintegration of displaced and refugee Serbs. As of July 2007 around 125,000 of the 300,000 to 350,000 Serb refugees who fled the conflict were registered as having returned to Croatia. Around 60 percent of those who return stay permanently in Croatia. Figures from the United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) indicate that 1,745 Serbs returned between January and September 2007. More than 80,000 refugees in neighboring countries have yet to decide about their future”
El informe contiene otros datos y algunos casos muy concretos referidos a abusos y actitudes poco recomendables hacia refugiados o incluso simples visitantes serbios. Además, según los datos del comisariado serbio para los refugiados, en Croacia hay unas 30.000 viviendas serbias ocupadas ilegalmente por otros inquilinos, lo que significa que al menos unos 100.000 serbios refugiados no pueden regresar a sus hogares, ni vender su propiedad en caso de que no quieran volver.
Mapa de poblaciones nacionales en la Europa sudoriental, 2003. La integración de Croacia en la UE supondría que sus fronteras limitarán con población croata en países no comunitarios, muy especialmente en el caso de Bosnia. Si el reconocimiento internacional de las fronteras pactadas en Dayton 1995 ha sido anulado con la soberanía de Kosovo, lo mismo es teóricamente válido para Hercegovina con respecto a Croacia. Se impone la lógica de las "grandes patrias" nacionales puramente étnicas. Presionar con el puntero sobre la imagen para obtener ampliación del mapa
Por lo tanto, estamos ante lo que parece una escalada de facilidades destinadas a encajar el complejo mapa croata en la UE al menor tiempo posible y pelillos a la mar. Pero esa expresión, tan coloquial y relajada, esconde muchos más problemas, no ya los derivados del pasado, que Foix pudo percibir sin mucho esfuerzo. Incluso cabe considerar conflictos peores. Por ejemplo, y tal como argumentaba un suscriptor de la lista Balkan hace unos días, el mero hecho de que Croacia adelante su acceso a la UE en una década con respecto a vecinos como Serbia, Bosnia-Hercegovina y Montenegro, puede ser una fuente de incordios para el mismo candidato. Por ejemplo, podría perjudicar la integración económica de Croacia con respecto a las repúblicas ex yugoslavas vecinas, un proceso que actualmente se está produciendo por sí mismo con notable vigor. El hecho de que tanto en Hercegovina como en la Vojvodina existan minorías croatas localmente significativas, puede ser asimismo fuente de conflictos o incluso de disfuncionalidades jurídico-legales a varias bandas. Máxime teniendo en cuenta los precedentes que está creando el caso de Kosovo. Por otra parte, si Croacia se beneficia de un claro despegue en su nivel de vida, en creciente contraste con el de sus vecinos ex yugoslavos, es posible que aumente la presión de los refugiados por regresar o que puedan prosperar pleitos complejos que terminen pasando por Bruselas e incluso sirvan de precedente en futuras incorporaciones (por ejemplo, las anunciadas reclamaciones de los herederos de los armenios desplazados por las autoridades otomanas en 1915).
En definitiva: ¿Qué puede estar motivando esta precipitación en el proceso de ingreso de Croacia en la Unión Europea, justamente ahora, no antes ni después? Existen, por lo menos, tres objetivos que se explicarán en el siguiente y último post sobre el Festival del Eurocontrol que estamos viviendo en estas semanas.
(Continuará)
Etiquetas: Croacia, HDZ, Human Rights Watch, Letonia, proceso de integración en la UE
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